50 anos e começo a sentir preguiça de gente que rebusca as
palavras.
Fazem-me lembrar de um professor de Penal: embora mestre em eloquência
e em brocardos jurídicos, seu estado era sempre o mesmo: in absentia. Toc-toc? Não adiantava, não tinha ninguém.
Bons em discursos e em conversas solenes. Polidos, vaidosos,
gostam mesmo é de se sentir ‘engajados’ nesta ou naquela causa. Falam, falam,
falam. Sentem-se grandiosos, mas só o que vejo é um enorme vazio.
Estranhamente aprendo o silêncio com eles.
Minha alma quer ter tempo de olhar para o céu.
Ando querendo despir camadas e mais camadas.
Quero o que tem lá dentro.
Quero ‘desprecisar’.
Desprender.
Ter a coragem da nudez constante.
Quero fazer como contou Manoel de Barros:
tirar a roupa de manhã e acender o mar...
Palavras bonitas? Fico nua delas também.
Estou mais gesto.
Solange Maia
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https://www.youtube.com/watch?v=ufRW1mzugvw
ResponderExcluirClaramente amanece
y las lunas son las de ayer,
que el dolor no regrese,
enemigo que conocés.
Pero desaparece
y se aparece,
cada luna sombría.
No viajaban sus penas
ni apretaba su cinturón,
no peleaba sus guerras
ni al revés, su vocación.
Pero en cada momento
no hacía falta yo,
Clara no me quería.
Claramente, Clara no me quería,
no me elige y no me elegiría.
Cuando muera mayo, haré mi vida,
Clara no me quería.
Se escucharon las notas
que lloraste anteanoche y hoy,
que desafinarían
la alegría y la decepción.
Yo pensé que la vida
era estar con vos,
pero no me querías.
Claramente, Clara no me quería,
no me elige y no me elegiría.
Cuando caiga el sol, haré mi vida,
Clara no me quería.
Cada tanto viajo a la deriva,
cuando miro la melancolía,
y me acuerdo cuando te reías,
pero no me querías.
Claramente, Clara no me quería,
no me elige y no me elegiría.
Cuando caiga febo, haré mi vida,
Clara no me quería.